campiña ecijana

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miércoles, 27 de julio de 2016

Cantes de las minas


El misterioso mundo del flamenco


           “EL hombre es un animal de costumbres”  y yo, componente de ese “gremio”  animal, hice mío el hábito de la lectura hace ya mucho tiempo. La facultad de razonar que me dio la naturaleza y como distinción de los demás animales, ninguno de ellos la posee que sepa hasta ahora, me hizo pensar que para enterarse de las cosas habría que escuchar al que sabe y esto, entre otras “fuentes” es posible a través de la lectura; “vicio” que valoré en positivo y que adapté, no sin esfuerzos  (el autodidacta parte generalmente de cero) pero que con la “lucha” se haría costumbre y ella me enseñó todo cuanto fui capaz de entender.

          Por vía de la amistad y de sus propias manos, las de mi amigo Paco Hidalgo, llegó a las mías ese regalito como presente después de muchos años que no nos veíamos su:

Cante de las minas Notas a pie de festival (La Unión 2.004-2.007)

          He disfrutado leyendo este “puñadito de cuartillas” donde Francisco Hidalgo Gómez, deja reflejado parte de sus vivencias en el concurso de La Unión, el que por extensión acapara hasta esos muchos artistas: cantaores, guitarristas y bailaores o bailaoras,  de los que tuve conocimiento y roce con ellos, porque frecuentamos Festivales, Concursos y actuaciones en peñas flamencas por aquí por estas tierras de Cataluña.

         No estuve en La Unión, aunque si al “loro” de aquello porque este mundillo me gusta, pero ahora con la lectura de esta publicación, Paco me acercó un poquito más y me hizo revivir aquellas muchas noches de peñas y encuentros con este mundo del flamenco, tan denostado por tantos que no comprenden, aunque de unos años acá se empieza a valorar  por el gran público su grandeza. Yo no bajé nunca a una mina, lo mío fue arañarme las espinillas por los rastrojos detrás de mis cabras, pero comprendo la dureza de esa vida, reflejada en los cantes de la tierra y que hoy, he paseado y casi degustado junto a mi amigo Paco, porque Él con su dialéctica me lo ha hecho vivir así.

         He recordado mientras disfrutaba de la lectura, todos estos recuerdos y anécdotas narradas por mi amigo, a muchos que lo fueron y no están, a muchas noches de charlas y reuniones de junta, a otras tantas preparando carteles para festivales y hasta pegándolos por las esquinas después de la velada, a muchas en las que tuve la dicha de poder conversar tras las cortinas del escenario con gente tan relevante como Antonio Fernández Díaz “Fosforito”, Luis de Córdoba, “El turronero” Maite Martín, Juan “habichuela”, Naranjito, Meneses, Montse Cortés, Enrique de Melchor, Manuel Mairena, Juana la del Revuelo, Jesús Heredia, Flora Albaicín…   y un largo etcétera que redondearía hasta con  la inconmensurable Fernanda de Utrera, que también la disfruté y a esta en su propia casa. Tantos a los que este ambiente me permitieron  y que a muchos Paco Hidalgo  nombra.

          Fueron unos años en los que la vida nos llevó casi en paralelo por este mundillo. Más adelante Él seguiría y yo me aparté en cierta manera por mi “tirón” a la pintura. Recuerdos inolvidables de aquella Peña de Fosforito, donde formé parte en su equipo de gobierno y que tantos buenos ratos pasamos (algún que otro disgustillo también) Todo ello forma parte ya de una vida que se nos pasó y que ahora adaptándonos, continuamos cada uno en lo suyo y con el propósito de mantener un contacto, donde la amistad no se resquebraje.

Montero Bermudo.

S. Juan Despi 27 de Julio de 2.016  

        

 

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