campiña ecijana

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domingo, 17 de abril de 2016

Un poquito harto si que estoy


          Hastío, desaliento y hartura


 

          Son tiempos de sopa boba y aquí demasiados a la cola se ha convertido en costumbre  ¡Mal asunto!  Poco a poco se irá venciendo la balanza del lado del que demanda, protesta exige y pide subvenciones…     al final hará levantar por los aires al que lucha y se entrega, al que contribuye y colabora, al que da sin pedir nada a cambio, al que aguanta con fe los momentos y al que empuja o tira del que aparentemente no puede ¿Y entonces qué?

          La apatía y la desgana, la desidia y el abandono nos envuelven  y acompañan de forma cotidiana dando forma ya, y por costumbre, a unas maneras de vivir que lejos de ser lo ideal y contraria por descontado a unos modos constructivos, más pronto que tarde vendrán a pasarnos cuentas. No tiene buen color ni es posible verlas venir desde  esta amargura donde andamos inmersos, con algo de claridad o medianamente derecho. Todo se va desmoronando.

          ¿Cuándo nos daremos cuenta de que esto no funciona?  Que vivimos de renta, que nos comemos los ahorros, si es que quedaba algo  y que ya no es posible sacar de esta ubre enflaquecida y mal  nutrida más teta. Algún día, en algún momento tendremos que dar explicaciones si no es tarde ya y además ponernos a la brega, acercarnos al tajo y comprometernos en “labrantías”, la naturaleza pone buena parte pero los frutos no serán  suficientes si no se prepara el terreno; hay que labrar, sembrar  y regar aquí nos estamos durmiendo a la sombra pero el árbol se está secando y las ramas vendrán al suelo, pobre de nosotros  sin frutos, a pleno sol y con el terreno desértico. 

        Los máximos responsables del funcionamiento de todo, como una jauría de lobos hambrientos, entre ellos se pelean por el mejor trozo; por el poder y el dinero; por   las prebendas y ventajas del cargo, por todo cuanto a ellos y su persona atañe…  ¿Hace falta más muestras después de todo cuanto exponen para verlo?  Mientras ellos dentro de su mentira y avaricia siguen acariciando la idea de conseguir algo más de lo que ya tienen (nunca será bastante)  ofreciéndonos el gobierno de una Barataria ínsula que a modo de unos Sancho Panza de lustre a nuestras particulares vidas, nosotros continuamos haciéndoles el caldo e intentando convencer al vecino de lo buenos que son los que yo voté.

       ¡Bendita ignorancia!  Muchas veces provocada por el egoísmo propio pensando que yo sacaré algo y que a la postre, será una papeleta más en el sorteo de las hostias que se van a rifar, porque cuando se haga el reparto todas serán para los de siempre.

Montero Bermudo.                                                                                      Primavera de 2.016

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