Al Patrón de Écija
Querido Patrón, hoy 25 de Enero, cuando la Iglesia Universal
celebra tu conversión, me dirijo a ti para felicitarte ¿Qué menos? Aunque no
haría falta pues como sabes nosotros andamos siempre en “contacto” por
nuestras cosas, somos afines en las creencias y personalmente te felicito a menudo, aparte
de pedirte para mí, para este o
aquel…. Soy un “pidón”, lo reconozco, pero bueno esto
queda entre nosotros. Tampoco quiero que le quites a nadie para atenderme a mí,
no obstante siendo como eres, sabio y
magnánimo uno siempre espera.
A lo que íbamos, el protocolo es así y
ya sabes que esto es costumbre y tradición y como tales no está de más conservarlas, al fin
y al cabo a nadie debe de molestar,
aunque observando cómo anda el patio
tampoco me extrañaría que a según quien le incomode. Ya sabes que andamos
viviendo unos tiempos de “nuevas libertades”
(obligaciones y responsabilidades pocas) donde todo el mundo tiene derechos y
la osadía (esto último es una rama
derivada de esa novedad) hasta de no
permitir a los demás lo que les guste en su intimidad y es por ello, por lo que
somos tan “modernos”…
¡Bendito sea el Señor!
Como te decía, quiero felicitarte en
“tu día” porque me corresponde como cristiano y además como ecijano, ya que también eres el Patrón de la
Muy Noble, Muy Leal, Constante y Fidelísima Ciudad de Écija, la hermosa y
antiquísima Astigi que conocieras allá por aquellas fechas cuando a través de
Tarraco, según me cuentan, llegaste hasta nosotros y que si lo fue por Gades me
da igual el resultado es el mismo.
Luego volverías a visitarnos, aquella
lejana madrugada del veinte de febrero
de mil cuatrocientos treinta y seis, vendrías a poner un poco de orden y que
ahora no estaría de más que volvieras y esta vez anudaras, en vez de los dedos
de una mano del inocente “Antón Arjona”
del momento, que fuesen las dos de
tantos de los que tú sabes y dejárselos bien
pegaditos hasta que se enmienden, pero bueno dejémoslo ahí.
Como soy de los menos “modernos” y mantengo mis
creencias y mis costumbres, continúo al frente de mi personal “mesa petitoria”
colocada en esa “Avda. de la Fe” donde espero deposites tus posibles favores para tantos como lo necesitan (ahora
en serio, de mi olvídate), Pablo hay muchos que andan mal en este caótico mundo
y te pido por ellos, no te doy nombres ni número ¿Para qué? Tú sabes cuantas
criaturas están siendo mártires de la situación y sobre todo los de siempre,
los débiles, ancianos, niños… por ellos,
haz algo que Tú puedes.
En el Año de la Misericordia, este ecijano de
Cañatos
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