campiña ecijana

campiña ecijana

sábado, 11 de julio de 2015

Antes muerto que sencillo


           ¿Es necesaria tanta procesión?

 

             Que alguien me explique el porqué  de mi desconcierto, no sé si esto es pasajero, normal o es que me estoy volviendo más raro de la cuenta. No ando seguro siquiera ni en decirlo, lo mismo alguno se molesta, pero me gusta ir por la vida con la cabeza levantada.             

           Desde hace algún tiempo vengo observando cierto incremento de salidas procesionales generalmente Vírgenes  solas, aunque a veces acompañadas,  ejemplo: Córdoba no hace mucho,  la anunciada para octubre en Écija y de Sevilla pierdo la cuenta. Son algo menos las de un Cristo solo, e incluso los dos en otras ocasiones, incluidas ahí patronas o patronos de poblaciones y demás;  así como de  innumerables: Vía Crucis  y demás actos similares que organizados por las hermandades (la excusa cualquiera   es buena)   ponen en movimiento o expuestos  al público a los titulares de dichas  hermandades e incluso a otros que no siéndolos, también salen en procesión.

          Como creyente, cofrade y hermano de hermandad  tengo  dudas de si esto es “el camino ideal” en el que las hermandades empleen y dediquen tanto esfuerzo y gastos económicos.

        ¿Siempre fue así?  ¿No es suficiente con el día asignado en Semana Santa para evocar  públicamente que andamos ahí? Si todos estos movimientos de salidas por las calles se realizaron dentro de este mundillo de las hermandades (más o menos) yo no me he percatado.

           Recuerdo de toda la vida (la mía) que al margen de la Semana Santa, salvo causas excepcionales (rogativas, agradecimientos…) y titulares muy señalados, en Écija por lo menos: Virgen del Valle, Cristo de S. Gil, Confalón…   y que ya eran bastantes, no andaba el personal por la calle casi a diario en  procesiones  y eso que los tiempos usaban con holgura del “medio” para entretener  al pueblo y con ello quitarlo del “peligro” y las “tentaciones” de pensar en otras cosas.

         Hoy es raro el día que no  abra  el ordenador y no me encuentre con la noticia de esta o aquella “salida” para conmemorar esta o aquella celebración.

        Siempre entendí la religión como un sentimiento, una forma de entender y comportarse  ante la vida y los demás, una manera de enfrentarte a ti mismo, la fórmula que te permite aprender a comportarte por y para los que te rodean. Algo íntimo, pero que al mismo tiempo una parte muy tuya de lo que no hay que esconderse ni por supuesto  negarlo ¿Por qué?  Pero  que por respeto y consideración para con los otros que no piensan como uno, no debiera ser expuesto a modo de “Feria Temática” y ya de paso, adaptarnos a los tiempos que nos está tocando vivir, en los que se tiene muchísima más información y por tanto capacidad  para decidir y en el que la libertad del tema religioso se ha ampliado, gracias a Dios. Nadie tiene que creer a la fuerza.

          No hará falta ser ningún lince para ver a quien no le guste mi opinión, ya lo sé,  yo mismo me adelanto en comentarios de que no me gusta la suya, incluso supongo que a alguno le saldrá de dentro y sin esfuerzos ninguno: pues vete y terminado el problema, pero entonces no me expresaría y por supuesto tengo derecho. Aquí lo que hago o quiero hacer es exponer mis dudas al respecto y mi preocupación por interesado en el tema y por la incertidumbre de que no estemos a la altura de lo que  verdaderamente habría que estar.

          A mí me hacen pensar estas cosas, porque en este mundo donde andamos inmersos hay otras muchísimas formas de emplear el tiempo y los esfuerzos y  con tanto por hacer, sería una pena ese derroche amén de  que terminemos por aburrir hasta al más capillita ¿Estoy  mal colocado o pensar así de cómo van  funcionando  las hermandades está de más?

         Creo no obstante que además de la duda sobre este particular, la cosa no está reñida con que  en mi hermandad me sienta a gusto en general y siga pensando que en Ella tengo mucho por hacer y vivir. Son mis amigos, hermanos y junto con ellos he vivido y quiero seguir viviendo muchas cosas bonitas,  interesantes y necesarias en buena medida, otra cosa sea que todo lo que se hace me guste. Lo digo por mi conciencia, por no tener un cargo con ella y  porque aspiro a convivir con menos hipocresía y sin   engañar a nadie, mucho menos a los míos.

Montero Bermudo

Mediados de Junio de 2.015

No hay comentarios:

Publicar un comentario