¡¡Galicia bendita!!
Con el pensamiento alojado sobre esa imponente
altura, Trevinca que es Cielo de una Galicia… una, la que en tierra tan dura donde
naturaleza y vida, se abrazan fundidas y de amores llenitas. A Veiga me espera
y del valle a la cima, mi sueño se esparce cual codiciada cita… te tengo ganas Galicia… Galicia bendita.
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Pesimista e incrédulo total
casi con todo. No me fío ni de mí, por dudar si me traiciono.
Del Covid, el virus y otras
maldades nos libre Dios, porque nosotros no sé si sabremos.
… Y la noche se hizo sola, ella no nos
necesita y a la vista está. Naturaleza que se lamenta en forma de pandemia por
tantísimo maltrato y nosotros, nosotros solo pedimos seguir dando porc… saltándonos
las “reglas” poniéndola en apuros, pero con ella no podremos, ella seguirá sin
que estemos y con los que vengan detrás, porque otros lo serán y llorando
quedaremos en el limbo arrepentidos con la impotencia de no haber entendido,
mensaje tan repetido y volviendo a tropezar en la piedra del camino… a la mierd… nuestro destino, que así lo hemos
querido y así nos vemos por listos, por soberbios, arrogantes, endiosados… torpes engreídos.
Que me quede como estoy y se acabe tanto timo, que sean suposiciones de
unos sueños mal habidos y todo esto que veo, solo pase en mi delirio.
Montero Bermudo.
En el “Día das letras galegas”
2.020
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