campiña ecijana

campiña ecijana

jueves, 21 de febrero de 2019

De mis raíces y otros amores




Ando hecho un lío…    ¿Me habré enamorado?
(renglones extraídos de mi “diario” a modo de confesión)
----------------------------------
          “… Hace poco volví de nuevo por las tierras altas de Galicia (a la tercera va la vencida) con muchísimas ganas y además esta vez, muy ilusionado por llevar conmigo a mi compañera y solo eso, era suficiente para estar contento. Quería que ella disfrutara también de lo que, a mí, me ha parecido “un lugar extraordinario y fuera de lo que hasta ahora conocíamos”, deseaba volver a disfrutar de este “descubrimiento” y en ese caso, aprobar o ratificar si corresponden las impresiones últimas. Bastante me ha confirmado ella con su contento después del viaje, así que queda todo “visto para sentencia”.
     Si, si es aquello tal cual vi, no me equivoqué, ni habían sido visiones en momentos en los que yo pudiese andar descolocado en cuanto a “normalidad mental”; ha sido como una película o un particular cuento, donde de manera inconsciente me introduje participando y formando parte ya, como cualquier otro personaje y sin despertar del todo, nunca atina uno a saber cuándo es realidad o fantasía lo que ve o siente.
         Todo esto ha despertado en mí, sensaciones muy particulares y hasta extrañas que me confunden y no atino en clarificar. Yo veo en el recio y compacto paisaje, su clima, sus gentes… cierta dureza y lucha de superación en su historia…  con “todo incluido”, un contraste enorme con relación a mi tierra, a la que sueño, quiero y deseo volver con toda mi alma y al mismo tiempo, encuentro tal similitud en lo profundo de las cosas, que mirando algunas construcciones en piedra de las muchas que hay por sus aldeas y que son evidentes joyas, me recuerdan en mucho a las torres y palacios barrocos o fachaditas encaladas con sus ventanas y rejas rebosantes de flores, de las que me rodearon en mi pueblo mientras viví allí y esto, cuando menos, es algo difícil de explicar, e incluso de comprender por mí mismo.
          La huella de la mano del hombre puesta al servicio de estas bellezas, aflora y se manifiesta a través de la colocación de estas apretadas piedras y la dureza enternecedora que forma parte de muros inquietantes y misteriosos por cualquier aldea, junto a la vida laboriosa que rodea con sosiego todo rincón del paisaje, se hermanan con la alegría de los encalados y floridos patios que me vieron nacer, constituyendo ambas, una perfecta excusa por donde vierte el individuo los sentimientos del alma y ellos dos: los que siempre han sido mi vida y estos, con los que me he tropezado por las tierras de Galicia, son “escandalosamente” iguales.
          Los caminos serpenteantes, repletos de hojarasca, que se pierden e introducen por  bosquecillos de robles, tejos, avellanos o castaños, poblados de liquen sus troncos, de enorme belleza y embrujo y que son “vías de intimidad” por donde cautivadoras aldeas se dan la mano  cariñosamente para ir juntas; como los bolos o “peñascos” que la sabia naturaleza puso a modo de guardianes y como símbolos o estandarte de la dureza del enclave, vigilantes siempre al paso de la historia, de vientos, “regueiros”, “muiños” y “fervenzas”; de soledades y llantos; de multitud de fauna en sus coloridas apariciones y de tímidos retornos cargados de ilusiones. Todo ello, bajo el cercano e infinito cielo que vi en Trevinca, tienen mucho de recuerdo para mí y los equiparo con aquellas cañadas llenas de palmas, pitas, chumberas y esparragueras, rodeadas del ondulado paisaje que forma la campiña ecijana, donde hermosos olivares y campos de trigo, completaban toda visión y mi habitad junto a mis cabras, con las que me crie…
          ¿Dónde encuentro tal conexión o semejanza? ¿Dónde está lo que se parezca y que yo veo con tal similitud? ¿Dónde lo que me enternece como si fuese mío y me atrae inconsciente hasta pensar que soy suyo?  Habrá que dejar buena parte de todo esto en “reposo o en cuarentena” y pacientemente esperar, el tiempo que todo lo borra o pone en su sitio, no tardará en aclararme si es verdad o ha sido un sueño.”
Montero Bermudo, entre Reyes y Carnaval de 2.019

No hay comentarios:

Publicar un comentario