campiña ecijana

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martes, 5 de junio de 2018

De Jaca a Berga, más de 43 años


Jaca, la Escuela Militar... y nosotros.

...Y nos encontramos de nuevo, éramos solo unos cuantos, un puñado de sentimentales que nos resistimos al desgaste o el olvido del tiempo; nosotros sí vencemos hasta ahora esa apatía en la que los años transcurridos generalmente sumerge al que se “duerme” o acomoda y pasados los cuarenta y tres de la primera vez que nos vimos, mantenemos siquiera el recuerdo y los deseos de saber los unos de los otros. Esta vez casi la cincuentena, acompañados además de sus parejas en la mayoría, contactamos y acordamos día y hora donde volver a vernos las caras, con alguna que otra arruga más, algo de menos pelos y canas, bastante canas en el que aún presume de conservar poblado el cuero cabelludo. Al final y por circunstancias particulares alguno no pudo acudir, pero en el ánimo de la conversación, la mención y el recuerdo, anduvo junto a los que nos dimos cita en el Hotel Berga Park, sentados en una gran mesa celebrando encuentro “a la sombra” de un surtido “picoteo” regado con un poquito de alegre “quita penas”, justo y con moderación ya que la edad no permite de las “alegrías” de juventud, no hizo falta más ¿Para qué?
Nos daríamos cita en la bonita población de Berga, allí entre montañas y al pie del bello paraje del Santuario de Queralt, el “balcón de Cataluña”, a 1.200 m. de altitud, lugar donde se cuenta existiera el castillo de Guillem de Queralt y desde donde pudimos disfrutar de unas vistas panorámicas impresionantes, por su extensión y belleza.
Nosotros, “servidores de la Patria” y formados en aquella Escuela Miliar de Jaca tan añorada y recordada por la mayoría (allí coincidió la mejor época de nuestra juventud y los mejores años) montañeros y andarines como cabras ¿Dónde mejor podríamos recordarlo que sobre esas elevadas tierras y “pedruscos” de la Serra de Queralt, tan cercana físicamente a donde nos encontramos y tan similar en cuanto al territorio?
Quedarían al final de las pequeñas “confesiones” y recuerdos, ánimos renovados para una vuelta de nuevo y una continuidad en la amistad, ahora ya con los modernos medios será más fácil. Volveremos a recordar tantos y tantos ratitos incómodos, más los agradables, que también existieron; las marchas con mochilas y tiendas de campaña por los alrededores de Jaca, las subidas al Rapitán y la Oroel, las Batiellas, la marcha fin de curso de Julio, las guardias e imaginarias, los paseos por Jaca, las idas y venidas a Barcelona para ver a las madres y a las novias, el desfile por La Castellana madrileña ante el Generalísimo, que sería el último y el “susto contenido” por la enfermedad del dictador y el relevo con el Rey... más y mucho más, queda en la memoria por recordar, que es volver a vivir y que por manías, carácter o formas de ser hemos decidido seguir manteniendo vivo.

Montero Bermudo
S. Juan Despí, finales de Mayo de 2.018

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