campiña ecijana

campiña ecijana

domingo, 5 de febrero de 2017

Mal ejemplo en Semana Santa

 

   

Los palcos en El Salón.



           Un año más se pone a la venta pública el derecho a ocupar lo que ya es público, o sea, lo que es de todos se le ofrece al que lo vuelva a pagar  si  tiene ese “poder”  (el que no que se espabile)  así con ello tendrá el privilegio de colocarse en lugar predominante, delante de quien sea porque para ello paga  (todo un derroche de humildad por parte de quienes conforman nuestra iglesia)  ¡Toma ya ejemplo!   Y digo yo, aunque me repita, porque lo he dicho en años anteriores  ¿Hasta cuando la gente de mi iglesia seguirá cometiendo estos actos de desigualdades?

         Se acota el centro neurálgico de la Ciudad para uso y negocio de unos cuantos, los míos, pero que no estoy de acuerdo y así lo hago público, o sea, en esto no soy de ellos. No comulgo con estos ejemplos, porque se desprecia al que no tiene y nosotros que seguimos a Aquel que vivió por los demás entregando hasta su propia vida, contradecimos en buena manera su ejemplo.

         Con todos estos actos de Semana Santa, donde conmemoramos  y recordamos  los sufrimientos y la muerte de Jesús, estamos obligados más si cabe en estos días, a hermanarnos y echar una miradita con la mejor de las voluntades  al débil, al que no puede, al desahuciado, al que se siente solo, al perdido, al que lo necesita…    esta imagen de:  parcela,  propiedad o división entre quienes tienen los euros para pagarlo y quien no los tiene o les falta para otra necesidad,  es deplorable y la ética huelga por ausencia.

         El Papa Francisco nos viene avisando desde que llegó: cosas como estas y “negocios” parecidos no deben ser bien visto desde la Iglesia; yo así lo he entendido, aunque parece ser que hay quienes  ven de otra forma o  hacen oídos sordos. Otra cosa sería que ello, los palcos en un lugar céntrico del recorrido o lugares  “reservados” con posibilidad de asientos, fuesen para gente mayor, imposibilitados, minusválidos…

        Mientras  los “pudientes” se vanaglorien de poder estar  “más cerca” y en  “lugar de honor”  delante de Cristo y su Madre, los demás andarán dando saltitos por los bancos o de puntillas para verlos pasar, pero que nadie se apure, el Señor estará entre todos y si hace falta por fuera de la “zona acotada”  dando besos y abrazos a cuantos con fe anden en su busca, Él y su Bendita Madre estan muy por encima de Carreras Oficiales o “tenderetes” y no miran el tamaño de la vela con la que se alumbra. Si no se puede ver en el Salón, el pueblo y recorrido es largo y sobran rincones y plazuelas donde admirar, demandar o rezar cuanto se necesite; mientras tanto, esperemos que alguien con más capacidad que este humilde costalero, les haga entender a “los jefes” que esto de los palcos tal como se viene haciendo no es congruente.

  Montero Bermudo.
Cañatero y costalero por la gracia de Dios.
S. Juan Despí 2.017

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario