campiña ecijana

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miércoles, 4 de enero de 2017

La ilusión de los Reyes


Vienen los Reyes


 

          Mi Lola y yo encandilados cara a la ventana mirando al cielo, la luz que se proyecta desde dentro nos hace quiebros en los reflejos del cristal y lo mismo vemos las estrellas que nuestras propias imágenes embobadas y boquiabiertas. Lolita ese soy yo – le digo en momentos que descifro por sus gestos que al que mira es a mí – baja la cabecita o échate “pallá” que el brillo del cristal nos engaña y los  que ves no son los Reyes; ellos son tres y van en camellos, con sus coronas y abrigos largos con grandes solapas de piel   ¿No ves que  ese tiene el morrito un poco largo y los pelos no solo los lleva en la solapa, que los tiene por todo el cuerpo? Pues eres tú y no uno de ellos y el otro con las gafillas encima de la porra de la nariz y casi pelón soy yo.   

          Así andamos los dos entretenidos esperando verlos llegar. Por la tele han dicho que venían de camino y ya casi estaban cerca de todos los que habían sido buenos este año; nosotros sin duda alguna lo hemos sido y aunque son muchos años los que nos han devuelto la carta, por lo menos a mí, no nos falta la fe y aquí andamos convencidos de que este año sí nos traerán lo pedido.

          Ella lo deja en mis manos (es una perrita y no sabe pedirlo) se conforma con que le traigan lo que yo le pida, es muy buena y dócil,  en el buen sentido, yo no quiero que tenga que estar bajo mi capricho o voluntad, aquí somos los dos iguales en condiciones.   Nos hemos sentados en el suelo delante de la calefacción unas pocas de veces, escribiendo en una cuartilla todo cuanto queremos; yo apunto y ella lame el papel  y me lía…  Lolaaaa no, que lo estropeas  - le  digo – y viene y me lo pisa, con calma la miro, arreglo las arrugas y  escribimos, borramos,  apuntamos, quitamos otra vez y lo volvemos a poner…  ya no sé cuántas veces hemos cambiado la carta.

          A decir verdad en algún momento se me ha cruzado la idea de borrarlo todo y que no nos traigan nada; casi más a cuentas nos saldría que los Reyes, en vez de traer, se llevaran tantas injusticias y desigualdades como hay en el mundo (lo mismo que a nuestro alrededor claro) que se lleven bien lejos a tanto banquero y político que nos mienten, nos roban  y nos llevan al desastre; de ellos es casi toda la culpa  de los desequilibrios, ellos son en buena medida los culpables de que unos tengan tanto y otros tampoco, pero bueno, quizás no sea plan de que a mi Lola  le meta yo estas ideas a lo “Podemos”  en día tan especial y que está hecho precisamente para la ilusión, lo otro también sería ilusión y gorda,  pero hay que soñar pidiendo cositas o deseos dulces con los que pasar buenos ratitos ilusionados y de juego. Lo normal en un día de Reyes vamos, que nosotros somos de mantener tradiciones.

          Arrimando las narices contra el cristal descubrimos en la inmensidad del cielo azul, muy oscuro, media luna que nos mira, el brillo de algunas estrellas  y una…   Lola, mira aquella que se mueve, va caminando, ahí vienen los Reyes…   mi perrita se aplasta contra el cristal imitándome…   perdón, perdón, eso no es una estrella Lola, me he confundido, es un avión, bueno pero allí hay otra que parece…   te traerán unas pelotitas con pito  y a mí este año me traerán la carreta que nunca me trajeron o un tren que me encantan…    o una bayeta y el limpia cristales – dijo mi mujer que nos estaba observando de cerca y los había limpiado por la mañana.

          Hay veces que piensas que nadie te comprende, nos rompió la magia del momento  y por poco alguna cosa más. ¡Vamos Lola a la camita! que esta utrerana es una esaboría con tanto “limpiao”.

Montero Bermudo.
En un lugar del mundo a esperas de los Reyes, 2.017    

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