campiña ecijana

campiña ecijana

sábado, 14 de febrero de 2015

Cosas del Carnaval


Ni en Carnaval es serio el personal


 

           Me acabo de cruzar con Franco…   se queda uno de piedra con estas impresiones. Iba con mi perrita de paseo, todas las tardes como es normal la llevo a dar su vueltecita para que haga sus necesidades, lo mismo que por las mañanas. Hasta ahí todo normal, pero por lo visto hoy no lo es, lo de normal me refiero y  mientras dejaba pasar un grupo de gente joven que iban canturreando y de risas, detrás, a unos pocos de metros…    ¡Quieta Lola! No te muevas, no vayas a ladrar, quedé pegado a la pared como si fuese a pasar un coche pisando charcos…  ¡Buenassss!  Me dijo el personaje en cuestión con cara de mucha guasa y saludándome brazo en alto ¡Vaya usted con Dios! Conseguí responder, no más, pero sin levantar yo el mío, hasta ahí podríamos llegar, mientras, me desabrochaba el último botón y que linda con el cuello.                                                          

          Miré alrededor con cara de asombro, yo estaba embobado con las cosillas de mi perrita y esto me pilló de sorpresa y me di cuenta que andaban de risas unos pocos en la acera de en frente. Mecagonlalesssshe… se me escapó un suspiro por lo bajini, claro porque anduve listo y como los camaleones modifiqué el semblante disimulando, pues no me he asustado con la edad que tiene uno ya para estas cosas.

          Un poquito más adelante y aunque todavía con el pellizco en la barriga, algo recuperado del susto se cruza ante mi perra y yo la Pantera Rosa…   ooooohh, con lo que me gustó siempre  el personaje y Frank Monster y unos pocos de gatos y gatas muy salados, cada uno con su gracia…  como son los gatos; el Oso Yogui con su corbatita y su canasto junto con otro igual, pero más chiquito y unos pocos de presos con su trajes a rayas ¡Lagarto lagarto! Que dirían tantos que hoy irán también disfrazados, aunque no salgan en la “Rua” y un grupito de cuatro o cinco curas y monjitas, con cruces que algunos ni podían con ella, como en la vida real y monstruos, muchos monstruos ensangrentados y cabeza en mano…  el Carnaval lleva a veces la realidad más cerca de la cuenta, pero en el fondo termina uno hasta por reírse.  

          Continuábamos nosotros nuestro paseo acera adelante, mientras la música de no sé dónde nos llegaba y más gente, tirando papelillos y serpentinas y tocando el pito  y yo con mi Lola cogida cada vez más corta porque el animal terminó mosqueándose de tantas caras raras y posiblemente de ver que ni yo andaba a derechas mientras me fijaba con detenimiento en un par de ratitas con sus cortas falditas de lunares,  su lazo,  el rabo que les asomaba bajo unas faldillas cortas, cortas…    con el frío que hace ¡Venga hombre! – Me dijo un cachondo conocido – estate atento a la perra y no te distraigas que tú no llegas ya ni a gato.

        Cuando lo pille el próximo día ya me explicará que me ha querido decir con tanta ironía. De momento dábamos el paseo por terminado y nos volvíamos para casa, mi perrilla pegando saltitos y husmeando a todo “bicho viviente” y yo recordando parte de lo visto y con el soniquete del  “cara al sol” de aquellos tiempos de cuando chico metido en la cabeza…      ¿Será posible que no sea uno serio ni en Carnaval?

En fechas del Carnaval 2015

Montero Bermudo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario