La Fuente de Cañatos hoy está
triste.
Cañatos mi barrio, tu gente… entró la maldita guadaña segando sin miramientos y a uno
de los tuyos se llevó por delante, el frío de la tarde me trajo noticias, por
inesperadas desconcertantes. Se fue Luis, algo más solo se queda mi barrio,
Cañatos más triste, más fría se queda la
Fuente y yo, yo que tantos recuerdos guardo de mi cuna la que ya habitara Él
algo antes, hoy embargado en recuerdos como si no fueran ya bastantes los que sufro: me agobio, me entristezco y
ciertos pellizcos en las entrañas me evocan a un tiempo que veo cómo se va, hoy
le tocó a Luis, entrañable e ilustre persona
a la que su popularidad no quitó grandeza, porque Él era más grande, Él era
Cañatos.
Quedaran sus muchos recuerdos
repartidos entre tanto cañatero allá donde se encuentren, Él deja el ejemplo de
cómo se quiere al vecino, al amigo, al pariente, al que hable bien de su
Cañatos y eso aun pareciendo tan simple como corriente, en los tiempos que
andamos envueltos es más que un lujo.
Luis, respetado Luisito, vecino de
calle de barrio… allá donde vayas
llévate un abrazo de esos que no sabe uno cómo darlos, grande como tú eras y
entrañable como nuestro Cañatos del alma.
En un frio 4 de Febrero
de 2.015
Montero Bermudo,
cañatero por más señas.
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